Un par de veces al mes hacemos en Palermo un brunch pensado para las familias con niños pequeños, con una zona controlada para que los más pequeños jueguen, hagan talleres guiados o disfruten de la actuación de unos payasos, mientras las padres se relajan disfrutando de un brunch o un aperitivo dominical.

Vamos, que la vieja carpintería se convierte por unas horas en un campo de juegos para los enan@s y un paréntesis semanal para los padres que no pueden normalmente hacer un «abuelazo» o tener canguro de fin de semana.

Cangurismo para padres del siglo XXI, de vez en cuando en Talleres Palermo.

 

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