Para entender la historia de este edificio nos debemos remontar a los años finales de la II Guerra mundial. En 1943 cae el gobierno fascista de Mussolini. Muchos de sus adeptos huyeron del país y muchos de ellos eligieron Canarias por simpatías con el régimen franquista.
Es cuando Salvatore Guido Volo, natural de Palermo, se establece en la ciudad como carpintero. Si bien parece que siguió involucrado en actividades políticas, temerosos de una supuesta invasión soviética y auspiciado por Estados Unidos.
Parece que abrió talleres de carpintería en las calles Pizarro y Anzofé antes de mudarse al edificio en calle República Dominicana. En el registro se habla de 1950 como fecha de construcción del edificio.
En esta foto aérea los años 50 de Guanarteme podemos observar el edificio marcado con un círculo rojo y su entorno. Llama la atención la inexistencia de la Avenida José Mesa y López (izq.) que no llegará hasta aquí hasta los años 70 y la desaparecida fábrica de la Cícer (arriba dcha.)
Parece que el taller de carpintería y almacén de maderas estuvo en funcionamiento hasta finales del siglo XX. Momento en el que queda abandonado durante 20 años hasta que en 2018 se abre el actual espacio multiusos, un lugar único donde se mezcla el trabajo y el ocio.
El ambiente que se respira aquí, con el recuerdo de los años pasados de trabajo como taller de carpintería impresos en sus paredes y maquinaria antigua, estimula la creatividad y el esfuerzo.
La SOSTENIBILIDAD es la base sobre la que se erigió Talleres Palermo, partiendo de la reutilización del edificio.
A partir de ahí, el uso de mobiliario recuperado o fabricado de forma artesanal en nuestro taller, el no uso de plásticos, las propuestas de consumo local o la experiencia de nuestro huerto urbano en la azotea, marcan nuestra propuesta como espacio multiusos comprometido con el entorno.